El sorgo es un cultivo clave para la elaboración de alimentos balanceados de consumo pecuario y humano.
Para su cultivo se necesita de muy pocos insumos, es tolerante a la sequía ya que requiere de poca cantidad de humedad durante su crecimiento.
En la industria de extracción se utiliza para obtener almidón y glucosa; además se usa en la fermentación aceto-butílica donde se producen tres solventes importantes: alcohol, acetona y butanol.
México está entre los primeros cinco productores de sorgo a nivel mundial y cubre el 60 por ciento de los requerimientos nacionales. Se estima que para 2030 aumente su consumo en un 19 por ciento y la producción crezca un 67 % .
Unas de las propuestas para aumentar la producción en nuestro país es impulsar el desarrollo y utilización de semilla mejorada, minimizar mermas optimizando el manejo poscosecha, realizar un control integrado de plagas y enfermedades y fomentar la fabricación de botanas hechas de harina de sorgo blanco.
El sorgo es rico en antioxidantes, es alto en fibra dietética y es adecuado para la alimentación de personas con problemas de diabetes y sobrepeso.
Actualmente se han realizado investigaciones para el mejoramiento genético de sorgo dulce para utilizarlo en la producción de biodiesel.
[1] “El clan del sorgo rojo”, Yan; Mo. Se hace referencia a esta fábula-historia en la que el sorgo es protagonista como ingrediente de un poderoso vino y símbolo de la vida campesina.
Autor: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación. Fecha de publicación, 24 de marzo de 2018
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