Es un árbol que se adapta fácilmente a casi todos los tipos de ecosistemas, desde bosques hasta zonas semiáridas.
La palabra es la deformación de “árbol de Perú“, que posteriormente era llamado “árbol de pirú” y finalmente “pirul“.
También ha sido relacionado con cuestiones esotéricas; sus hojas han servido para hacer limpias y alejar a los “malos espíritus”, en los trabajos de magia negra y las malas vibras. Se dice que el árbol atrae a las brujas convertidas en bolas de fuego que se posan en sus ramas, esperando atacar.
Árbol siempre verde, de entre 10 y 12 m de altura, con ancha copa y ramaje colgante de aspecto llorón. Florece de abril a julio y los frutos tienen color rojo y permanecen en el árbol largo tiempo.
Propiedades terapéuticas, es astringente, disminuye la secreción de colesterol maligno. Balsámico, alivia y cicatriza vías respiratorias y saca las flemas. 
Purgante, cura heridas y llagas. Estimula la menstruación y combinado con otras plantas se utiliza para la cura del susto.
Las ramas tiernas, masticadas, se emplean para limpiar los dientes y afirmar las encías. El cocimiento de las hojas se usa para tratamiento de enfermedades de la piel y de diversas úlceras. Las hojas, en forma de extracto, se aplican como remedio para dolencias del aparato genital femenino.
Para heridas leves existen cinco tipos de preparaciones. Para hacer té como cocción: a una cucharada o puño de dedos de hojas añadir una taza de agua y cocer a fuego lento durante diez minutos. 
Para preparar un jugo o extracto: a dos cucharadas o puños de dedos de hojas agregar un litro de agua hirviendo; colar las fibras, aplicar la masa resultante como emplasto en el vientre y beber el jugo obtenido como agua de tiempo.  
Para preparar compresas: impregnar la resina en un paño y aplicarla en el área afectada. Como purga: diluir una cucharadita o pizca de resina en un pequeño vaso de agua. Para baño de pies: colocar dos trozos de corteza de 30 cm en un recipiente con agua y cocer a fuego lento durante diez minutos y verter en una bandeja donde puedan sumergirse los pies.