Las cualidades alimenticias y terapéuticas de la miel de abeja, son conocidas desde tiempos remotos, en más de 20 versículos de la biblia se hace referencia a la misma; tal vez porque es más endulzante que la caña de azúcar.

Debido a su alto contenido de azúcares simples, es fácil de asimilar y es altamente calórica, por lo que es muy útil como fuente de energía rápida.

Como alimento:

          Para endulzar y fortalecer los cereales y hojuelas en el desayuno.

          Para untar al pan, queso, aguacates y frutos secos.

          Para acompañar las frutas secas y para elaborar pastas y pasteles.

          Para elaborar helados y acompañar a algunos quesos.

          Como ingrediente de muchísimas recetas de cocina.

Como terapéutico:

          Para resfríos y dolor de garganta, tos, catarro y gripe en general.

          Como tónico general.

          Buena para la hipertensión e hipotensión y problemas cardíacos.

          Para relajarse y conciliar el sueño (leche con miel).

          Para la artritis, reumatismo o calambres musculares.

          En caso de quemaduras, alivia el dolor y lo previene contra las ampollas.

          Para combatir la anorexia, trastornos nerviosos y la depresión.

          Nutritivo para la piel, sirve como anti inflamatorio y bactericida.

          Es excelente como cicatrizante.

Como cosmético:

Es la base de muchas cremas cutáneas, mascarillas, lápices de labios y lociones. Mantiene el cabello sano y limpio al combinar una cucharada con el champú.

Tiene propiedades humectantes, como limpiador y regenerador de la piel.

En el tratamiento del acné aporta sus beneficios antibacterianos y antisépticos.

Notas.-

          La miel virgen es la que aún está en las celdas de la colmena.

          La miel pura es la extraída de los panales pero ya no tiene cera.

          Jalea real es el producto destinado sólo para la abeja reina y las futuras reinas.

          La miel cuándo NO es adulterada siempre se va a poner cada vez más dura y de color más claro a medida que pasa el tiempo.

          No se recomienda para niños menores de un año.

          Es altamente perdurable y no caduca.