Las garrapatas son parásitos externos que se alimentan de la sangre de otros animales (vacas, venados, caballos, gatos, perros, etc.). La mayoría de ellas son inofensivas pero algunas pueden ocasionar problemas de salud al transmitir enfermedades bacterianas u otros organismos.

Las garrapatas no pueden volar ni saltar, se encuentran en un cuerpo hospedador o bien están en el suelo. De esta forma, cuando el hospedador pasa por un sector infestado de estos parásitos, la garrapata accede a él a través de sus patas, empieza a trepar y recorrer su cuerpo hasta encontrar el lugar idóneo para instalarse y empezar a alimentarse.

Las garrapatas prefieren parasitar en las áreas calientes y húmedas del cuerpo, como axilas e ingle, donde se adhieren a la piel y comienzan a chupar sangre. Cuando esto sucede, se pueden presentar síntomas incluidos hinchazón en la zona del piquete, ampollas, sarpullido y debilidad.

¡Cada hembra tiene la capacidad para poner entre tres y cuatro mil huevos!

El pronóstico de cada picadura, dependerá del tipo de infección que porte la garrapata y la prontitud con la que se haya iniciado el tratamiento adecuado. De lo contrario los efectos, como dolor articular o muscular, fiebre y rigidez en cuello, podrán hacerse visibles meses o años más tarde del incidente.

Para evitar que esto ocurra, se recomienda usar ropa de protección cuando se esté en zonas conocidas por albergar garrapatas, así como revisar la piel en busca de picaduras, las cuales aparecerán a través de puntos rojos. En casa revisar periódicamente a las mascotas.

En humanos el gran peligro de las garrapatas, es que pueden transmitir la enfermedad de “Lyme”, que es una infección potencialmente severa pero que en su fase inicial se manifiesta de diferentes maneras, como la gripe, fatiga, dolor de cabeza, sarpullido, dolores musculares y/o fiebre.

Para eliminar las garrapatas:

Si visita una zona infestadas o con presencia de este ácaro, revise bien su cuerpo y su ropa, posteriormente limpiar la zona con agua y jabón. Además de lavar las manos cuidadosamente.

Para sacar una garrapata incrustada en la piel, tire hacia arriba con una presión constante y pareja, de no ser así, puede pasar que las piezas de la boca se desprendan y permanezcan en la piel. Si esto sucede, quite las partes incrustadas y si no puede quitarlas, déjelo solo y deje que la piel sane.

Después de quitar la garrapata, limpie a fondo el área de la picadura y sus manos con alcohol o agua y jabón y nunca aplaste una garrapata con los dedos.

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