Es un sistema de cultivo sin suelo, en el que las plantas reciben el agua y los nutrientes a través de una solución acuosa que se nebuliza en el aire formando un rocío o fina niebla. Es diferente a los cultivos en hidroponía o a los cultivos en acuaponía (cultivos con peces).

Las plantas en el sistema de acuaponía se colocan sobre una estructura que las sujeta, dejando visible la parte aérea, para que reciba luz, y por otro lado se sitúan las raíces, que quedan colgando en un ambiente cerrado. La estructura puede ser vertical (torre de cultivo), inclinada u horizontal.   

La solución acuosa, que contiene agua y nutrientes, llega directamente hasta las raíces sin pasar por ningún sustrato. En la aeropónica las raíces están colgando en el aire, donde son periódicamente alimentadas por nebulizadores.

Para que la solución acuosa pueda ser nebulizada, es necesario que llegue a los nebulizadores con una cierta presión. Para darle presión se utiliza una bomba, que aspira la solución acuosa desde un tanque o depósito y la impulsa por unas tuberías hasta los nebulizadores.

Los sistemas aeropónicos clasifican según su presión de trabajo en sistemas aeropónicos de baja presión y de alta presión.

Con este sistema, las plantas crecen más rápido en los sistemas aeropónicos que en los cultivos en tierra o en los hidropónicos, porque les llega más oxígeno a las raíces.

Por el alto costo inicial de este sistema de producción, es recomendable utilizarlo solo en cultivos con alto valor de retorno.  

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