En las culturas precolombinas, las flores eran consideradas como símbolo ligado a todas las artes. La flor, o 'xochitl' en náhuatl, se usaba para referirse a la elocuencia, a las palabras bien dichas y elegantes.
El refinado uso de las metáforas era conocido como in xochitl, in cuicatl (las flores y los cantos), además de ser admiradas por su belleza, las flores también eran reconocidas por sus propiedades medicinales, culinarias y de ornato, lo que podemos constatar en el Códice Florentino. En su libro undécimo, Sahagún incluye algunas flores comestibles y condimenticias.
Es interesante no perder de vista que las flores comestibles se consideran verduras o quelites ('quilitl', verduras tiernas comestibles), tal es el caso del 'ayoxochquilitl' o flor de calabaza (Cucurbita spp.) y el 'huauquilitl' hoy conocida como huauzontle (Chenopodium berlandieri).
Por lo general, las flores condimenticias para aromatizar el chocolate, mencionadas por Sahagún, son flores de olores muy delicados, tal es caso del 'yolloxochitl' (Talauma mexicana), el 'eloxochiquahuitl' (Magnolia dealbata) y el 'cacahuaxochitl' conocida hoy día como rosita de cacao (Quararibea funebris). Esta última es muy usada en el presente por su suave aroma y delicado sabor, al mezclarse con ingredientes como masa de maíz y cacao para preparar el tejate, bebida indígena oaxaqueña refrescante y espumosa.
http://www.cyd.conacyt.gob.mx/253/articulos/flores-comestibles-en-mexico.html
Edelmira Linares Mazari, es maestra en biología por la Facultad de Ciencias-UNAM y miembro del SNI.
Robert Bye es Ph. D. por la Universidad de Harvard y miembro del SNI. Trabaja en el Jardín Botánico del Instituto de Biología-UNAM.