Agro Cultura Mexicana
"Del campo para la ciudad"
El chipilín (Crotalaria longirostrata) es una planta originaria de Centroamérica perteneciente a la familia de las fabáceas. La planta es rica en hierro, calcio y beta caroteno. Es un arbusto que alcanza un tamaño de hasta 3 m de alto y se le utiliza en diversos guisos, caldos, arroces y en especial los típicos tamalitos de chipilín.
El chipilín es un quelite y es una leguminosa. Los quelites han sido definidos como “plantas cuyas hojas, tallos tiernos y en ocasiones las inflorescencias inmaduras, son consumidas como verdura”.
En el Salvador es muy popular la sopa de chipilín (se hierve la planta y se le agrega chile verde, cebolla, ajo, huevos y algunas especias, al igual que sus muy populares pupusas hechas de queso y chipilín; en Honduras, el chipilín sólo se utiliza en la sopa.
En Guatemala consumen las hojas jóvenes y brotes de hojas, simplemente cocidos en verdes, o añadido a sopas, guisos, y tortillas.
En México es una hierba de uso frecuente en las gastronomías de Chiapas, Oaxaca y Tabasco, principalmente. En Chiapas se hacen con ella tamales, que pueden ir rellenos de queso, así como caldos a los que se le agrega camarón seco y bolitas de masa frita. En Oaxaca se le cocina de forma similar, y se le conoce con el nombre de “chepil”, y en Tabasco lo preparan con masa de maíz, dentro de hojas de plátano.
Uso medicinal: Su consumo reduce el estrés; ayuda al crecimiento, la reparación de tejidos y la producción de hormonas, enzimas y anticuerpos. Importante en la recuperación de pacientes con anemia. Es una rica fuente de proteína vegetal.