El folclore es rico entre los agricultores, dado su estrecho vínculo con la Tierra y sus ritmos naturales. Las fases de la Luna guiaron a muchos agricultores y jardineros en el pasado, y todavía lo siguen haciendo.

La antigua práctica de realizar las tareas del campo conforme a las fases lunares proviene de la simple creencia de que la Luna gobierna la humedad.

Plinio el Viejo, el naturalista romano del siglo I, afirmó en su Historia natural que la Luna “llena la tierra; cuando se acerca, llena todos los cuerpos, mientras que, cuando retrocede, los vacía ”.

La salida de la luna al anochecer trae buen tiempo, dice un proverbio, que se remonta a la creencia de que la luna menguante (el cuarto lleno y el último cuarto, que se levanta por la noche) está seca.

Desde la Luna llena hasta el último cuarto, o la oscuridad de la Luna, es el mejor momento para eliminar las malas hierbas, aclarar los cultivos, podar, segar, cortar madera y plantar cultivos de bulbos. El tiempo justo antes de la luna llena se considera particularmente húmedo y es mejor para plantar durante condiciones de sequía.

Los durmientes para los rieles deben cortarse durante la luna seca y menguante y se mantendrán más rectos. Las tablas de madera quedarán más planos si se cortan durante la oscuridad de la Luna. Los postes de la cerca deben colocarse en la oscuridad de la Luna para resistir la pudrición.

Fuente: The Old Farmer's Almanac. Martha White. 21 de enero de 2009

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