No todas las hojas se vuelven de colores vivos en el otoño; solo son unas pocas de las muchas especies de árboles de hoja caduca son las que cambian de color.

Son varios los factores que contribuyen al cambio de color (temperatura, precipitación, humedad del suelo), pero el agente principal es la luz o, en realidad es su ausencia.

A medida que los días del otoño se acortan, la cantidad de luz se reduce y provoca cambios químicos en las plantas de hoja caduca que hacen que se forme una pared de células muertas en el pedúnculo de la hoja.

Esta pared o “capa de abscisión”, eventualmente hace que la hoja coiga con la brisa. A medida que las células muertas se multiplican, sellan los vasos que suministran los nutrientes y agua a la hoja también bloquean los  vasos de salida, atrapando azúcares simples en las hojas. La combinación de luz reducida, la falta de nutrientes y la falta de agua se suman a la muerte del pigmento clorofila, “el  verde” en las hojas.

Una vez que el verde se ha ido, otros dos pigmentos muestran sus caras brillantes. Estos pigmentos, caroteno (amarillo) y antocianina (rojo), conviven en la hoja durante todo el verano, pero están enmascarados por la clorofila. El color marrón de la hoja durante el otoño del tanino, una substancia química que existe en muchas hojas, especialmente en los robles.

El azúcar atrapado en las hojas por la capa de abscisión es en gran parte responsable del color vivo. Algunas antocianinas adicionales también son fabricadas por la luz solar que actúa sobre el azúcar atrapado y es por eso que el follaje es tan brillante después de varios días de otoño y un poco mas color pastel durante los periodos lluviosos.

Extracto del artículo publicado en la revista “Farmers Almanac 2018”

https://www.almanac.com

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