¡Es muy sabrosa, pero grasosa! Mitos sobre la carne de cerdo
Todos hemos escuchado lo siguiente: “malo como la carne de puerco”, pues esto
es una gran mentira que ha distorsionado el concepto real sobre el consumo de carne de cerdo.
Es por eso que hoy vamos a platicar sobre los mitos y realidades sobre la carne de puerco.
Mito #1: Es muy grasosa: El 65% de la grasa que contiene el cerdo se retira durante el proceso de corte y la que queda es 70% poliinsaturada (de la buena) y solo el 30% es saturada (la mala). Al ser rica en ácido linoleico, neutraliza los efectos negativos de las grasas saturadas y disminuye el colesterol.
Mito #2: No aporta nutrientes: Totalmente falso, porque además de la proteína, la carne de cerdo es rica en vitaminas B1 y B3, esenciales para el funcionamiento del corazón y el sistema nervioso, y también para mantener la piel en buen estado. Además por su dosis de fósforo, fortalece los huesos y genera energía en las células.
Mito #3: Daña el corazón: La carne de cerdo contiene mayor porcentaje de grasa poliinsaturada o buena, la cual ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre, disminuye los factores que favorecen la acumulación de grasa en las arterias (ateroesclerosis).
Mito #4: Sí tomas medicamentos, siempre la prohíben: En cuanto a prohibición de la comunidad médica, está comprobado científicamente que esto no tiene razón de ser, la carne de cerdo aporta los nutrientes necesarios que ayudan a una recuperación y es falso que favorezca las infecciones.
Mito #5: La carne de cerdo transmite la cisticercosis: Falso. El Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, señala que la cisticercosis no se presenta por comer carne de cerdo mal cocida, sino que es resultado de infecciones externas o autoinfección.
Autor: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación. Fecha de publicación, 12 de mayo de 2016
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